Quién definitivamente no tiene derecho a comer sandía

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Quién definitivamente no tiene derecho a comer sandía
Quién definitivamente no tiene derecho a comer sandía
Anonim

Para muchos de nosotros, comer sandía es una parte integral del verano. Esta fruta dulce es amada tanto por niños como por adultos

El agua constituye el 92% de la masa de una sandía. Un hecho interesante es que incluso las semillas de sandía son ricas en proteínas y grasas y de ellas se elabora aceite vegetal. La sandía es rica en vitaminas A, C, grandes dosis de potasio, calcio, hierro, betacaroteno y fibra.

Sin embargo, el uso de sandías, que no está controlado ni dosificado de ninguna manera, está plagado de varios peligros, incluidos trastornos metabólicos, el desarrollo de hipertensión arterial, aterosclerosis.

Según los nutricionistas, la cantidad óptima de sandía que un adulto puede comer con seguridad no debe exceder los 150 gramos por día. El exceso está asociado con los riesgos de desarrollar condiciones que amenazan la salud.

La razón es que los azúcares ingresan al cuerpo con la sandía, que se absorben rápidamente y contribuyen a un fuerte aumento en los niveles de azúcar en la sangre, provocando un efecto inflamatorio.

Además, las sandías, como frutas que contienen mucho líquido, están contraindicadas para personas con trastornos del metabolismo agua-sal. Por la misma razón, deben ser utilizados con extrema precaución por personas con enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y tendencia a los edemas.

Las personas mayores de 50-60 años que padezcan hipertensión arterial, diabetes mellitus, aterosclerosis, problemas circulatorios y enfermedades renales, no deben comer sandías en grandes cantidades.

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