El escáner ocular informa el envejecimiento corporal

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El escáner ocular informa el envejecimiento corporal
El escáner ocular informa el envejecimiento corporal
Anonim

El escáner ocular desarrollado por la Facultad de medicina de la Universidad de Boston puede detectar el envejecimiento molecular en humanos. La nueva técnica detecta daños en los ojos relacionados con la edad y es posible que algún día desempeñe un papel en la práctica clínica habitual de los médicos.

Todo el mundo envejece, pero dos personas de la misma edad pueden estar en estados de salud muy diferentes. En otras palabras, la edad cronológica y la edad biológica son diferentes. Pero mientras que la edad cronológica es muy fácil de medir, la edad biológica es más difícil de estimar. Actualmente, no existe una medida universalmente aceptada del envejecimiento biológico en humanos.

En un nuevo estudio que aparece en el Journal of Gerontology, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston describen una herramienta que puede llenar este vacío. Los investigadores han desarrollado un nuevo escáner ocular que detecta los signos moleculares del envejecimiento y es completamente no invasivo, informa medicalnewstoday.com.

Todo está en los ojos

Las costosas herramientas para evaluar el envejecimiento limitan su aplicación y la comprensión científica de este proceso, explica el Dr. Lee E. Goldstein, autor principal del artículo. “La f alta de herramientas y métricas clínicas para cuantificar cómo envejecemos todos a nivel molecular representa un gran obstáculo para comprender el envejecimiento y optimizar la salud a lo largo de la vida”.

Para abordar esto, el Dr. Goldstein y un equipo de investigadores de varias instituciones, incluido el Boston Children's Hospital y la Escuela de Medicina de Harvard, buscaron pistas sobre el proceso en el ojo.

Los ojos son una buena medida del envejecimiento porque contienen células que se generan en el feto y no se reemplazan. Esto significa que las células con las que nace una persona permanecen en ellas de por vida. Estas células se denominan primarias y aparecen en el cristalino del ojo, que enfoca la luz en la parte posterior del ojo.

Por cierto, estas células contienen la mayor concentración de proteína en el cuerpo humano. Es importante destacar que estas proteínas no se regeneran, por lo que acumulan daños en la salud a lo largo de la vida. Este daño puede proporcionar una lectura molecular del proceso de envejecimiento. Como dice el Dr. Goldstein, los lentes brindan un "registro permanente" de la historia de vida de una persona.

Descifrando los registros moleculares

Para decodificar esta información molecular, los investigadores usaron una técnica llamada dispersión de luz cuasi-elástica, o QLS, que usaba láseres para medir el tamaño de las partículas. La técnica funciona porque el daño molecular que se produce en los lentes con el tiempo provoca cambios en la forma de las proteínas que se mantienen unidas. Esta colección de proteínas alteradas altera la dispersión de la luz de una manera que QLS puede revelar. El equipo primero probó la técnica en lentes aislados que se incubaron en un tubo de ensayo durante períodos de tiempo variables, hasta casi un año, para imitar la forma en que estas proteínas envejecen a las personas de 12, 30 y 53 años.

Descubrieron que, con el tiempo, la huella molecular de las proteínas cambió como esperaban y que esto fue detectado por el escáner QLS. Luego probaron el escáner en un experimento con 34 personas de entre 5 y 61 años. El escáner pudo detectar los mismos cambios relacionados con la edad que habían visto en el laboratorio.

Medicina de precisión

Aunque se necesitan más pruebas, los autores dicen que estos resultados respaldan el uso del escáner para rastrear el envejecimiento molecular en humanos. Dicen que la herramienta podría funcionar de manera similar con otros biomarcadores clínicos, como imágenes cerebrales para la enfermedad de Alzheimer y análisis de sangre para la diabetes. Con el tiempo, los médicos podrían utilizar la herramienta en la práctica clínica de rutina para proporcionar una medida individualizada del envejecimiento molecular y tal vez incluso ayudar a identificar intervenciones para prolongar la vida saludable de una persona.

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